Beneficios Del Yoga En Las Escuelas: El yoga es mucho más que una moda pasajera, es sabiduría milenaria al alcance de todos, gracias, en gran parte, a que actualmente vivimos en un mundo conectado a todos los niveles.
Los niños y adolescentes no son una excepción y pueden beneficiarse de modo notable aprendiendo las técnicas básicas de asanas, pranayama y meditación.
La importancia del yoga en la escuela
Durante la práctica del yoga, buscamos armonizar cuerpo y mente. En el caso de los niños, y gracias a su naturaleza maleable, podemos ayudar a sentar las bases de su futuro bienestar físico y mental desde edades muy tempranas.
La práctica del yoga puede reportar numerosos beneficios a los niños en edad escolar, entre las que podemos destacar:
- Refuerza la autoestima.
- Enseña a respirar correctamente.
- Ayuda a revitalizar cuerpo y mente.
- Armoniza los pensamientos y las emociones.
- Favorece la creatividad y ayuda a la concentración.
- Incrementa el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad.
- Mejora las relaciones con uno mismo y con los demás.
¿Cómo dar clases de yoga en la escuela?
Se puede iniciar a los niños en el yoga desde la más tierna infancia. Los niños de 3 años ya pueden beneficiarse de la práctica, adaptando las sesiones para hacerlas más atractivas para ellos.
Podemos usar todo tipo de recursos como cuentos, música, ejercicios de respiración, asanas que imitan a los distintos animales, etc.
En el caso de alumnos algo mayores, una forma eficiente de incorporar el yoga en las rutinas diarias de la escuela es intercalando las clases con pausas cortas, en las que se puede practicar meditación, relajación o posturas, adaptadas a cada momento y necesidad.
Otra ventaja adicional es que el yoga nos solamente favorece a los alumnos, sino también a los profesores, que van a encontrar un ambiente más relajado y preparado para el estudio a la hora de impartir sus clases.
Objetivos del yoga en la escuela: proyectos y programas
Hoy en día, son cada vez más numerosas las iniciativas destinadas a incentivar la práctica del yoga en las escuelas en distintas partes del mundo.
“Yoga en la escuela” (Argentina), que comenzó como un programa piloto hace unos diez años, fue uno de los pioneros en introducir el yoga como parte de las rutinas escolares, involucrando a los niños del Barrio de la Cava en Buenos Aires.
Seis meses después, y constatado el éxito del plan, la Asociación Civil Árbol de Luz, se encargó de aportar la financiación necesaria para continuar con la actividad.
Felizmente, en el año 2017 se constituyó la Asociación Civil Programa Yoga en la Escuela, formada por un equipo profesional que actualmente da clases semanales a 160 niños con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años.
Otra notable organización que ha introducido el yoga como parte del día a día escolar es la estadounidense Bent on Learning, enfocada en enseñar yoga a los niños en edad escolaren la ciudad de Nueva York.
Esta fundación sin ánimo de lucro fue fundada en el año 2001 por Anne Desmond, Jennifer Ford y Courtney McDowell.
Lo que comenzó como un voluntariado, pronto se convirtió en algo mucho mayor después de los dramáticos acontecimientos del 11 – S, cuando la organización New Visions for Public Schools los instó a que participaran en un programa orientado a sanar el estrés postraumático sufrido por los niños afectados por la tragedia.
Desde entonces, el programa se ha expandido con éxito, facilitando el acceso temprano al yoga a más de 18000 alumnos en los últimos quince años.
El yoga como terapia para niños con diversidad funcional y problemas de conducta
Los niños con necesidades especiales y problemas de conducta pueden mejorar notablemente practicando yoga y meditando, como lo ha demostrado The Holistic Life Foundation, responsable del proyecto Holistic Me, que lleva más de diez años enseñando a los niños técnicas de meditación y mindfulness.
Si hay algún conflicto en el aula, en lugar de recurrir a los castigos tradicionales, se invita a los niños a retirarse a una habitación especialmente preparada para estas situaciones, donde, inicialmente, un instructor hablará con ellos del motivo que los ha llevado hasta allí, para luego continuar con quince minutos de meditación y respiración consciente, para que puedan recuperar equilibrio emocional.
Prácticas de yoga para niños en la escuela
La mejor forma de incluir la rutina del yoga en la escuela es integrando las sesiones de forma armónica con el resto de las actividades, por ejemplo, al finalizar las clases o bien antes de iniciar una tarea que requiera de una mayor concentración.
Lo ideal es que la sesión dure entre 30 y 40 minutos, y que incluya prácticas variadas: asanas, mantras, pranayama, y relajación, entre otras.
Un magnífico ejemplo de cómo abordar la actividad es el de Cristina Moyá, profesora del CEIP Llevant en Mallorca (España) y practicante regular de yoga, que viendo los beneficios que éste último le había aportado a lo largo de los años, decidió incluirlo en las rutinas del colegio para que sus alumnos pudieran aprovechar sus ventajas.
La clave está en hacer las clases amenas para los niños, incluyendo material de apoyo, como libros, audiovisuales, instrumentos musicales, etc. sin olvidar hacer uso de la creatividad y la imaginación.
Conclusión
Vivimos en una sociedad que va cada vez más deprisa, y que a menudo nos sobrecarga de estímulos y de información (tóxica).
Por desgracia, esta situación también afecta a los niños, así que, al introducirles en la práctica del yoga y la meditación regular desde pequeños, les estaremos dotando de un valioso recurso para su vida presente y futura.
En definitiva, en un mundo lastrado por los conflictos, el enseñar a los niños a ser conscientes deja un lugar para la esperanza y abre las puertas al progreso de la humanidad.